El dinero obtenido por la corrupción, durante el gobierno aprista, fue dirigida en el sector educación por el corrupto y mafioso, ex ministro de educación José Antonio Chang; en efecto a la fecha "los socios de la corrupción" vienen siendo investigados por la Megacomisión del Congreso.
La gestión de Chang no ha sido precisamente de las más eficaces, por el contrario estuvo teñido y embarrado de actos de CORRUPCIÓN, avalado por la mafia aprista durante el gobierno de Alan García. El rosario de actos de corrupción, cometidas por el inefable José Chang, es escandaloso; sin embargo este sigue disfrutando del dinero mal habido, incluso devolviendo favores a los mafiosos que le permitieron saquear el Ministerio de educación. Este oscuro personaje durante su paso como ministro de educación, sólo se dedicó a los “faenones”, pues tenia un olfato para hacer de una adquisición o una venta de activos del Minedu una oportunidad de “negocio sucio”.
Veamos algunos de los faenones y aceitadas del corrupto José Chang:
Venta el local del Ministerio de Educación sin que se tuviera un edificio de reemplazo, incluso por debajo de su valor como terreno. Este caso se refiere a la venta de la vieja sede del Ministerio de Educación que se remató en 13 millones de soles cuando su valor real era de 64 millones, perdiendo el Estado un aproximado de 51 millones. Los terrenos del ministerio fueron vendidos a 520.42 dólares el metro cuadrado cuando en San Borja cuesta 2500 dólares el m2. ¿Quiénes fueron los beneficiarios? La beneficiada fue la empresa de inversiones San Borja S.A que pertenece al Grupo Brescia que apoyó la campaña presidencial de Alan García.
La estafa llamada OLPC. El ministro Chang decide comprar a dedo unas laptops - que decían costar 100 dólares pero que terminaron costando 180 dólares - y que estaban en fase experimental. Las laptops se compran con el aval de técnicos que trabajan en la universidad privada del ministro. La universidad del ministro, mientras tanto, firma un convenio para capacitar a los maestros en el uso de las laptops que el ministro le compra a la fundación que firma el convenio con la universidad de la que él es presidente del directorio. Todo un faenón y con aceitada incluido.
Otro escándalo sin precedentes que involucra directamente al megacorrupto José Chang y altos funcionarios encargados de las adquisiciones del máximo ente educativo en el Perú y cuestionados vocales del Tribunal de Contrataciones del Estado, gracias al polémico Decreto de Urgencia Nº004-2009 del gobierno aprista que permite contratar directamente, sin un proceso de selección regular. Fueron 27 millones 844 mil soles los que dispusieron sobre la mesa para la compra de equipos industriales de los denominados colegios emblemáticos, adjudicados “a dedo” en un proceso insólito a los consorcios Schubert - Ideas Textiles y Movouk SAC.
El ex ministro Chang utilizó su cargo de ministro de Educación y de premier en ese tiempo para que “cuatro empresas amigas” relacionadas con su entorno y que han mantenido un vínculo contractual con la Universidad San Martín de Porres (USMP), logren contratos para la remodelación de esos centros educativos.
Los “faenones” de Chang fueron innumerables, como el negociado de lo textos escolares, las construcciones y reparaciones de la infraestructura de las instituciones educativas, haber realizado convenios con instituciones bancarias usureras. etc, etc… Por supuesto esto incrementó, de manera alarmante, el mal habido patrimonio del ex ministro de educación José Antonio Chang, incluso llegó a comprase una casa de playa ¿Y a quién creen que le compró?, por supuesto nada menos que a su protector Alan García Pérez.
La corrupción, así como el narcotráfico, es perjudicial para el país, sin embargo las leyes contra los corruptos siguen siendo muy blandas, pues los directos involucrados son autoridades políticas que jamás harán nada para combatir esta lacra. Así como el narcotráfico necesitan del “lavado de activos”, los ladrones del presupuesto nacional necesitan blanquear el dinero sucio de la corrupción a través de la creación de empresas, compras de bienes muebles e inmuebles o pagar sumas millonarias por servicios recibidos, entre otras maniobras.
Con una conchudez, en grado sumo (por lo regordete de su figura), esta semana Alan García dijo la frase “el ladrón cree a todos de su misma condición”, para intentar justificar los ingresos que le permitieron adquirir una vivienda en Miraflores por 830 mil dólares. Afirmó que recibió en los dos últimos años S/.803,000 por su labor de director del Instituto de Gobernabilidad y Gestión Pública y asesor de la Universidad San Martín de Porres; es decir fue pagado por su “socio”, en los negociados y robos al estado, con dinero “lavado” por la corrupción aprista. El dinero en “carretilla” que robó el ex ministro de educación Chang, actual rector de USMP, al estado y a todos los peruanos, con el aval y la protección de Alan García, ahora lo devuelve “dizque por servicios prestados”, pero ahora la plata le llega sola y lavadita.
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